Septimerías

Doctor en Filosofía, Master of Science: Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, Licenciado en Ciencias de la Información, Titulado Postdoctoral en Estudios Europeos. Research Fellow in European Studies en la Universidad de Sussex en Inglaterra. Profesor y Director del Curso Postgraduado: "Modern Social and Cultural Studies" en Chelsea College- King's College, Universidad de Londres.

domingo, 27 de febrero de 2011

QUÉ MISTERIOSOS LOS PUEBLOS

solos, quietos,
al sol de la tarde.

No vive nadie,
nadie en la calle,
nadie en la puerta.

Ni águila vuela
ni campana suena.

Verde está quieto
el árbol del tiempo.

En un mundo imperfecto
perfección serena.

( ANTOLOGÍA DEL VIVIR. Genealogía del asombro. )

viernes, 25 de febrero de 2011

LA NOCHE A MIEDO HUELE,

a risa huele el mar,
huele a niña la nieve,
a madre huele el pan.

( ANTOLOGÍA DEL VIVIR. )

miércoles, 23 de febrero de 2011

UNA LIMOSNA DE AMOR

dame, niña, por favor,
una limosna por amor
de Dios.

Una limosna de Dios
dame tú, la creación,
una limosna de fe,
por favor.

( ANTOLOGÍA DEL VIVIR. Husmear lo sagrado.)

lunes, 21 de febrero de 2011

UNA SOLA VIDA NO ES SUFICIENTE.

Pero una sola, hermano, es la que tienes
para encontrar el significado
de la vida, la manzana y el árbol,
la pera, la cena, la piña, ella,
amor, pena y todo lo que fuera.

Una sola vida a tanto no llega.
Pero para degustar un bocado
de lo maravilloso y apasionado,
esta tan agridulce fruta sabrosa,
para tal gloria, nos basta y sobra.

( ANTOLOGÍA DEL VIVIR. Genealogía del asombro. )

sábado, 19 de febrero de 2011

A TRAVÉS DE MIS OJOS, MÍRATE.

No te verás como ante un espejo,
te verás como el nacimiento del cielo,
como un azul de zozobrante aliento,
como el ala del aguilado viento.
A través de mis ojos, mírate,
cántante, glorifícate, ámate.

( ANTOLOGÍA DEL VIVIR. Despacio, amor, despacio. )

jueves, 17 de febrero de 2011

TAEDIUM VITAE

Siendo, como es, que es esta vida
sauce, seco serrín
donde pájaros no habitan,
ni crecen alas,
viendo cómo la guadaña
siega fresca hierba
o frescos de castillos viejos,
viniendo este viento
de abanicos pintados,
por cuyo bosque de varillas
los ciervos huyen,
no habiendo una puerta
en la más alta cumbre
para huir
al dulce ningún sitio,
ni diré adiós,
ni cerraré el abanico,
moriré como muere la madera,
en silencio y con crujido,
dando un tumbo sobre la hierba
mojada.

Tallareme una puerta
con la madera de este tronco,
nudo del corazón,
la abriré sin adiós,
despedireme en seco.

Borrareme de la lista
sin haber dolido en el parto,
sin haber sido un peso
en un boquete del mundo
antes del parto,
sin haber empujado a llorar,
sin haber sembrado auroras,
ni ametrallado el suelo
después del diluvio
y su resaca.

( HOMO SAPIENS. El despertar del sueño. )

lunes, 14 de febrero de 2011

LA TIERRA TIENE UN POZO DE GOZO,

pero nadie sabe dónde está el pozo.

La Tierra, entre todos, tiene un ojo
que, al ver lo feo, lo torna hermoso.

La Tierra vieja tiene un tesoro,
tesoro de un día, un día sólo.

Un tesoro en el pozo del ojo,
del ojo oscuro que ve lo hermoso.

La Tierra vieja tiene un tesoro,
tesoro de un día, un día sólo.

La Tierra tiene un pozo de gozo,
pero nadie sabe dónde está el pozo.

( ANTOLOGÍA DE SIETE MESES DE POESÍA. Libro de Albricias. )

sábado, 12 de febrero de 2011

PAPYRUS HARRIS

Un jilguero es un jilguero
aún después de la 2ª guerra
mundial.

Y tú eres un viento con cisnes
al caer la tarde,
una brisa que llega del Nilo,
desde las alas de siete mil
pájaros egipcios:
eres el corazón de dios disecado
que renace silbido.

Tú has traído a la vida el amor.

Has llegado como un golpe
de blando zéfiro
al doblar la esquina,
has llegado como una procesión
de milenarias sonrisas,
como un trote de palmeras
por el desierto.

Antes existían fusiles,
antes era el hierro
con vocación de cárcel,
la madera con vocación de ataud
y había navajas con destino
de abrir ventanas a la sangre.

Los hombres morían, sabes?

Era siempre un suspìro
entre dos guerras:
hijos de padre soldado
y madre enfermera,
comíamos cenizas
con cuchara de madera,
bebiendo vino de esparto
y de tijera,
durmiendo sobre el palo
del remo en la galera.

Todo ha sido un mal sueño;
aun no se han inventado
los ataúdes ni las culebras;
basta que mires a las estrellas
para empujarnos a volar;
eres tú quien resucita la historia,
quien enciende las luces;
tú eres las siete columnas
del Papyrus Harris;
tú abres las puertas,
sostienes entera la alegría
y la lluvia, vertical;
tú está en medio del mundo:
los demás, te cantamos.

Tenerlos, tu no los tienes, tus ojos:
ellos te tienen a ti, te sostienen,
verticalmente y por dentro,
con fibras de cristal azul
por donde los ángeles tañen;
mirar, no miras tu,
el mundo nace de ti,
no de la nada:
de tu mirar orfebréicamente limpio;
la geografía se columpia de tus ojos,
bailamos en el trapecio del universo
colgados de tu niña;
la noche es umbral de tus pestañas,
pórtico del silencio,
cuando tus ojos son el puerto
donde los seres amarran
su arrodillada existencia.

Soñar, no sueñas tú: cobijas la vida,
das refugio al mar, cuna al viento;
de tu vino y de tu luz bebemos
a la otra orilla de ti,
donde nos tienes cuando estás durmiendo.

Todo lo que has traído a la vida
es el amor. Y la lluvia,
el sol por la tarde, el trigo, el viento.
Y tú.

( HOMO SAPIENS. Maldurando hacia la dudosa fe en el amor. )

jueves, 10 de febrero de 2011

NO ME VALEN

para esta tarde,
no me valen.

Las palabras
no me valen
para esta tarde.

Siempre baratas
y embarradas,
desde el primer día.

No me valen esta tarde
para esta alegría,

para las campanas
de todas mis almas,

para las que tañen
y lloran dicha.

No me valen
para esta tarde
ni para esta vida.

Pero aunque no me valgan,
sin ellas, ¿qué serían
los seres y sus días?

( ENTRE EL BRILLO Y EL BARRO. )

martes, 8 de febrero de 2011

"BUENAS NOCHES, VIAJERO"

Los caminos responden que -"gracias";
y esta calle sin árboles,
toda vieja de palos de bandera,
esta calle camina de noche,
tropezando en charcos
donde apenas el mar soñaba.

Morir importa a veces,
o dormir en el bar de la estación
cuando el día está ya ciego
y mi madre no canta,
ni sus pájaros.

Es de noche por los labios
de mis hijos,
que no tengo,
a quienes amo tanto,
hay banderas dormidas en las torres
de sus ojos, colibríes cantando
en huecos de trompetas,
palabras azules
en escaleras de torres.

1

Recuerdo que , una vez,
en Brujas,
las barcas por el canal
tejían un manto de historia
contra el frío de la muerte
y las viejas en sus coñas
arrodillaban los labios
para hablar de nada.

2

Recuerdo que en Gante
las palomas
iban de dos en dos
por las rendijas del miedo,
con sus tambores o torres,
con sus banderas blancas,
con su coro de cirios,
con su Vía Láctea.

3

Recuerdo que en Lieja
las tortugas,
lentas de luz y siglos,
cargaban museos a la espalda,
con su ataud a cuestas
donde grababan sellos
para los lejanos planetas
del recuerdo.

4

Recuerdo en la catedral
de Colonia
dos amantes besándose
bajo el cielo
de un concierto de órganos;
recuerdo las columnas subiendo
más allá de toda esperanza;
recuerdo el cansancio del viaje
como música de los dedos,
las bombas a la orilla
del Rin
y un gentilhombre español
escuchando a Mozart
desde un cuadro.

5

Recuerdo la lluvia
en Münster
como una tormenta de relojes.

6

Recuerdo que en la frontera
un hombre dormía
porque tenía una lápida y sueño.

7

Recuerdo en Enschede
dos niñas con siete años
cada una,
y hay un gamo brincando
entre las risas de mis hijos
que no tengo
y a quien tanto amo.

Y si con siete oasis se construye un desierto,
regalo este Sáhara a la madre de nadie,
a la madre de las estaciones sin nombre, ni mapa,
sembradas bajo la lluvia,
madurando con llanto
hacia un futuro de trigo,
o núbiles ciudades amarillas,
nacidas de pie al borde del desierto,
de carreteras en la arena,
playas sin rostro,
como resaca nacida
junto a un mar pequeño.
o un charco,
o un camino,
o una vida de hombre.

( HOMO SAPIENS. Crónica del viaje. )

domingo, 6 de febrero de 2011

LLAMÓME ALGUIEN POR MI NOMBRE,

llamóme alguien y abrióme
hasta mi última semilla vacía,
llamóme tú en el mí
más profundo de mí,
manantial por tierra de dioses
transmigrando de pecho en pecho.

En la lista de los vivos
escribió mi nombre.

Lamóme. No dije "voy".

Sin saber que no pierde
lo eterno multiplicado,
el mar por la ría,
el sol por la ventana,
el ser-yo por el ser-tú.

Llamóme por mi nombre.
No dije "soy".

Cerré la mañana,
callé el Tú final,
planté el desierto.

No busquéis al criminal
si me encontráis muerto.

( LIBRO DE LOS CIEN LIBROS. Amares. )

viernes, 4 de febrero de 2011

HUBO UNA VEZ UNA CIUDAD EN PAZ,

redonda como una hogaza de pan,
tan pequeña que nadie más cabía,
excepto la alegría que le nacía.

Hubo una vez una ciudad en paz,
tal feliz como un pan,
y tan pequeña.

Vino el tanque de la odiosa guerra,
con orden de matar a todos igual.

Pero en la ciudad pequeña
habitaba una sabio viejo.

Con de su estornudar pañuelo,
¡achís!, alejó a la maldad.

Se asustó la guerra,
y huyó a otra tierra.

La pequeña ciudad saborea paz.
El sabio crece entre papeles viejo.

Al sabio no le han puesto monumento.
Él se lo inventa con su verso.

Llora contento, sentado en el asiento
de granito, en la plaza del pueblo.

De niñas alegrías llora contento,
lágrimas disimula en su sucio pañuelo.

El viejo hace años que está muerto,
las niñas siguen cantando su verso.

Y, por bandera, la ciudad en paz,
por bandera ondea su pañuelo.

( LIBRO DE LOS CIEN LIBROS. Saberes. )

miércoles, 2 de febrero de 2011

GEOGRAFÍA EN VILO

El niño patalea
porque tiene esa cordillera en la punta de la lengua,
pero no le sale.

Guarda los ríos en la punta de la lengua,
enterró la lista de reyes godos,
enterró a los faraones,
encerró a la Esfinge en la punta de su lengua.

La geografía no vale
sino para dormitar ahí,
anclada en rojo,
mientras el niño golpea el suelo
y jura que la tiene en flor
de labios,
pero no le sale.

La historia entera sirve tan sólo
para enseñarla, con su lengua, al gato,
sacar la lengua al policía, a la niña de la portera,
para hacer rabiar a todo el mundo
incinerado en la punta
de su lengua encendida.

( HOMO SAPIENS. Crónica del viaje. )